El auge del trabajo remoto está ganando terreno en España desde hace varios años, aunque más lentamente que en el resto de Europa. Podríamos decir que estamos viviendo una revolución en el empleo a causa de los avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación.
Un directivo de Ericsson manifestó recientemente que en el
año 2015 habrá 30 veces más datos que voz en la red y
unas 1000 veces más en 2020. Por otro lado, según IDC,
para finales de este año más de 1000 millones de trabajadores
móviles de todo el mundo tendrán acceso a los sistemas
de sus empresas. Este número se espera que alcance
los 1.200 millones en 2013, lo que representa más de un tercio
de la fuerza laboral mundial.
En este nuevo entorno de crecimiento, surge el teletrabajo, prometiendo
enormes beneficios y oportunidades a las empresas
y a sus empleados: reducción de costes, alta productividad,
conciliación entre la vida personal y laboral, pero fundamentalmente
el acceso a la información cuando se necesite. Si los
empleados no pueden ir a la oficina o se encuentran de viaje
de negocios ¿qué se puede hacer para mantener el ritmo de
trabajo? El trabajo remoto es la respuesta obvia. El problema
es que a menudo los trabajadores móviles tienen que apoyarse
en redes menos fiables y más lentas que las de la propia
empresa, lo que origina que la falta de rendimiento de las
aplicaciones sea una de las principales quejas de los usuarios.
Garantizar un alto rendimiento
Con este panorama, el desafío que tienen los proveedores de
TI especializados es garantizar un alto rendimiento de las aplicaciones.
No hay duda de que el teletrabajo aporta flexibilidad
a la empresa. Aún así, existen algunos aspectos técnicos que
deben ser considerados para asegurar a los usuarios remotos
una tecnología eficaz, ya que el rendimiento de las conexiones
remotas puede ser entre 10, 20 y hasta 100 veces más lento.
Si la apertura de archivos desde el servidor o el correo electrónico
se produce de una manera tan lenta que lleva minutos
en lugar de segundos, el teletrabajo pierde eficacia. Ante
esto, existen en el mercado muchas soluciones móviles que
ofrecen una solución real: un software de instalación sencilla
en el ordenador portátil para que las aplicaciones funcionen
de forma eficiente. La tecnología de optimización WAN es la
clave para que los empleados tengan en sus dispositivos una
red óptima de envío y de recepción de datos. Es necesario que
la oficina remota deje de ser una tendencia a largo plazo para
ser una realidad eficiente, un nuevo modelo de trabajo fundamental
para afrontar con éxito la sociedad global de la
información y la crisis económica.