Tal y como se esperaba, e incluso como hemos ido comentando en diferentes previos, el tablet que RIM saca al mercado español en estos días, salvo por tamaño y forma, es completamente diferente a los comercializados por otras marcas. Para empezar, además de sus poderosas capacidades multimedia, su doble núcleo, o su batería tiene una peculiaridad hasta ahora única: es gestor de los dispositivos móviles de la marca (BlackBerry); es decir es, también, el gran visor de nuestro smartphone.

Diseñado en negro profundo, el PlayBook de RIM es un
terminal con un tamaño que podríamos equiparar a las
tres cuartas partes de un cuaderno pequeño con un frontal
que es todo pantalla y una trasera en material gomoso
para mejorar la sujeción, con el logo de la marca en
incrustaciones metálicas y en el que sólo destaca el objetivo
de la cámara (5 Mpx). Laterales lisos, perfil superior
con un triple botón para el volumen y la gestión multimedia,
otro para encendido/apagado/recuperación y la salida
de audio de 3,5 m y perfil inferior con los puertos de
conexión (microUSB, HDMI y propietario).

Más fácil imposible

Seguramente porque la unidad que hemos probado es un
terminal ‘libre’, el proceso de autoconfiguración, que se
realiza sólo una vez y de forma casi automática, tarda
aproximadamente media hora, tiempo que hay que esperar
con paciencia aunque estemos deseando empezar a
‘jugar’. Ya encendido, llama poderosamente la atención la
calidad del display, cualidad que se aprecia a simple vista
y también en comparación con otros tablets de reciente
aparición. Mismo video, misma fuente, misma conexión, la
calidad y la nitidez de la imagen merece la reseña.
Y entonces empezamos a comprobar la
sencillez de uso, ya que todos los movimientos
son elementales:
1º) La pantalla es dinámica. Es decir, si
arrastramos cualquier borde con el dedo
hacia el centro, el terminal responde.
2º) Si lo hacemos de arriba hacia abajo,
aparece el panel de control o de configuración,
donde establecemos nuestras
preferencias o gestionamos las conexiones.
Así, encontramos los iconos de WiFi;
actualización de software; Bluetooth;
BlackBerry Bridge (punto de conexión
con el móvil BlackBerry); Tethering para
conectar otros dispositivos a Internet utilizando
el PlayBook como punto de acceso;
pantalla; HDMI; sonido; general,
almacenamiento y compartición; seguridad
y teclado.
3º) Si por el contrario lo hacemos de
abajo arriba, se despliega la pantalla
de aplicaciones con una disposición
semejante a la que incorporaban los
smartphones más recientes de la
marca. Es decir, se mueven en ‘scroll’ de
arriba abajo o viceversa y en ‘roll’, de
un lado a otro, en subpantallas clasificadas
por: todas, favoritas, multimedia,
juegos y BlackBerry Bridge (donde
vemos las principales aplicaciones activas
en el móvil).
4º) El concepto multimedia se lleva a
su máxima expresión; de forma que
mientras, que no decidamos lo contrario,
las aplicaciones permanecen activas
y a la vista. De hecho, la facilidad de
gestión es sorprendente y no tiene más
secreto que el movimiento de los bordes
hacia el centro.
Nos explicamos: Si tenemos una aplicación
activa y queremos abrir otra sin
cerrar lo que estamos haciendo, únicamente
tenemos que mover el dedo
desde el borde inferior hacia el centro
y vemos como nuestra pantalla activa
se reduce a un recuadro 4 x 2 cm.,
aproximadamente, y se sitúa en una
banda escritorio en el centro de la pantalla.
Bajo ésta, aparece el menú de
aplicaciones que nos permite ir al
punto del software o servicio que buscamos
con un toque. Abrimos la nueva aplicación
y, si queremos realizamos la misma
operación. Poco a poco, todas las aplicaciones,
programas o páginas web que
estamos gestionando simultáneamente se
van reduciendo y ejecutando en segundo
plano. Así, para abrir, cerrar, o desplazarnos
basta con mover el dedo en una u otra
dirección (el tacto es muy suave y la respuesta
rápida). Es decir, abrimos, reducimos,
movemos, cambiamos y... empujando
la pantalla reducida hacia arriba, cerramos.
5º) Si no queremos pasar por el escritorio
activo sino simplemente cambiar de
una aplicación a otra, basta con recurrir
a los laterales y realizar el mismo movimiento.
El sistema reduce unos milímetros
la pantalla activa y nos facilita el
desplazamiento de una a otra en movimiento
lateral. Allá donde paramos, la
aplicación se maximiza y se pone en
modo operativo sola.
6º) Las opciones de cada aplicación surgen
moviéndonos desde el borde superior
hacia el centro.

QNX y doble núcleo

El secreto de tanta eficacia y sencillez
tiene dos puntos clave: un procesador de
doble núcleo a 1 GHz (Cortex A9) con un
chipset de Texas Instrument OMAP 4430
y el sistema operativo que oficialmente
se llama BlackBerry Tablet OS pero que
está basado en tecnología QNX.
¿Y qué es QNX? Un sistema operativo
en tiempo real desarrollado sobre
Linux que inició su andadura en 1980,
que es eficaz, ligero, funciona en
modo ventanas y que por encima de
todo, se ha aplicado en los últimos
años allá donde se requiere que el
“desempeño y fiabilidad del sistema
sean supremos”: fabricas, laboratorios,
hospitales, alta tecnología, sistemas
espaciales y, más recientemente, electrónica
de consumo y equipos de
automoción para las gamas más altas
del mercado.
En 2010 RIM llegó a un acuerdo con
Harman Internacional para adquirir
QNX y, entre otras cosas, el Tablet OS
que ahora tenemos entre manos es
resultado de esa adquisición.

Conectividad y servicios

En términos de conectividad hay que destacar
que funciona con WiFi o a través de
la red 3G si está vinculado a la BlackBerry
(hay un 4G en EE.UU); que no lleva GPS
aunque el sistema de mapas Bing que
integra, una vez conectado a WiFi, realiza
una localización bastante exacta y si
ampliamos la imagen pasa directamente
de mapa a fotografía.
Bluetooth, cable micro USB/USB,
BlackBerry Bridge, salida de audio 3.5
y HDMI (High Definition Multimedia
Interface), para poder disfrutar en la
televisión y en alta resolución de los
contenidos del tablet.
Por lo demás, buenos tiempos de batería,
varias capacidades de memoria interna
(el que probamos tiene 16 GB), reproductor
y tienda de música on line, lector
de prensa y libros, soporta flash (podemos
ver los videos de cualquier página
web), dispone de cámara frontal… y, por
si falta algo, siempre está el App World
para descargar las herramientas, aplicaciones
o juegos que queramos.

BlackBerry Bridge

 Una de las cualidades que tiene el PlayBook, especialmente para los
usuarios habituales de BlackBerry es la de crear un puente encriptado,
con alto nivel de seguridad entre el smartphone y el tablet. Así, se
vincula activando el Bluetooth y siguiendo los pasos u opciones que
ofrece el dispositivo. Por ejemplo, algo tan fácil como escanear el
código bidimensional de identificación que llevan todas las BB.
Una vez establecido el puente, en el PlayBook aparecen los iconos en
modo espejo; es decir, lo que hagamos en el tablet afecta también al
teléfono: leer mensajes, gestionar contactos, el calendario, el block de
notas, las tareas, los archivos o incluso abrir el navegador remoto. En
resumen todo lo que es la actividad diaria que caracteriza BlackBerry.
Por supuesto, los jefes de tecnologías de la información de las
empresas pueden tratar y controlar el PlayBook igual que el smartphone,
ya que cabría decir que a efectos de gestión es un único cliente
con visor en dos formatos.

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